Como su nombre lo sugiere, el perro Pastor de Shetland (sheltie) es nativo de las islas Shetland, que se encuentran en los salvajes mares entre Escocia y Noruega. Los primeros ejemplares fueron criados para proteger los graneros de los animales de granja que ingresaban a éstos para consumir los productos que los habitantes de Shetland habían acumulado con gran esfuerzo, debido al hostil clima reinante. Estos perros eran llamados “toonies” en relación a la palabra “toon” con la que los habitantes de Shetland denominaban a estos graneros. Poco se conoce acerca de los ancestros de estos perros. Se presume que varios collies británicos de trabajo, el Yakkie de Islandia, y spaniels enanos han contribuido sus genes para formar esta raza. Sin embargo, no existen registros de la historia de esta raza hasta fines del siglo XIX.
Existieron varios esfuerzos tempranos para preservar y mejorar la raza de los toonies. Algunos buscaban perpetuar sus características de perro de granja, “bonitos, inteligentes, y fuertes”, mientras que otros sólo consideraban esta raza como un tipo más de perro mestizo, que necesitaba aún gran cantidad de refinamiento.
Fue este último grupo quien buscó fortalecer lo que ellos percibían como los rasgos más salientes de los toonies, cruzándolos con collies de pelo duro pequeños (que en esos tiempos eran mucho más pequeños que los collies que hoy en día conocemos).
A pesar que el número de Shelties fue creciendo constantemente en los Estados Unidos, durante muchos años siempre fue mucho menor que el de sus “primos” los collies. Para 1980, sin embargo, esa situación se revirtió, y el Sheltie apareció por primera vez en la lista de los 10 perros más populares según el American Kennel Club, lo que se repetiría frecuentemente durante los siguientes años.
Cuidados y temperamento
A pesar de su grueso pelaje, los shelties no son aptos para la vida al aire libre. Se encontrarán mucho mejor si están protegidos del frío o calor extremos. Son animales muy sociables, que odian estar aislados. Un sheltie que se siente abandonado desarrollará problemas de comportamiento. Por otro lado, los shelties por lo general poseen un fuerte instinto de madriguera, adaptándose bien a estar en una jaula transportadora. Si un sheltie debe quedarse solo durante el día, una jaula transportadora dentro de la casa es mucho mejor opción que dejarlo fuera en el jardín o en la azotea.
Algunos shelties son calmados y disfrutan la vida tranquila, sin embargo muchos tienen requerimientos relativamente altos de ejercicios. Algunos expertos recomiendan caminatas diarias de 3 kilómetros como un ejercicio ideal. Muchos shelties gozan y se destacan en la práctica de actividades tales como obediencia, fly-ball, frisbee, pastoreo, agility, y otras, aunque hay que tener en cuenta que no todos los shelties han nacido para trabajar.
Su temperamento también varía según el ejemplar. Por lo general, los shelties son mascotas afectuosas e inteligentes, quienes forman un fuerte lazo con su persona o personas principales. También son muy buenos guardianes, y aquellos que son criados junto a niños suelen ser buenos perros de familia. Son sensibles y responden mejor a un manejo y entrenamiento gentil pero consistente.
Consideraciones especiales
Los shelties poseen muchas cualidades que los convierten en excelentes compañeros. También poseen dos características típicas, que los dueños potenciales deberán considerar. Los shelties ladran, y los shelties tiran pelo. Antes de adquirir un sheltie, deberás considerar cuidadosamente si estás dispuesto a asumir las responsabilidades asociadas con éstos.
Los pastores de shetland tienen una doble capa de pelo, que requieren como mínimo un cepillado completo una vez a la semana para mantenerlo en forma saludable. Durante la época de muda, es necesario atención diaria. La mayoría de los shelties adultos sólo mudan el pelo una vez al año cuando están castrados. Cuando los ejemplares jóvenes pierden su pelo de cachorro, aparecerá pelusa por todas partes, pero esto sólo ocurre una vez en la vida. Por lo general, los machos poseen un pelaje más denso que las hembras. Las hembras sin esterilizar cambian el pelaje luego de cada celo, es decir dos veces al año (otro buen motivo para esterilizarlas). También pierden la mayor parte de su pelaje luego de cada camada.
Los shelties son notorios por sus ladridos. Por supuesto que hay variaciones entre distintos individuos, pero como raza, el shetland tiende a vocalizar en exceso, con un ladrido penetrante, algo a considerar cuando tenemos en cuenta a nuestros vecinos. Es posible hasta cierto punto controlar los ladridos mediante entrenamiento adecuado.
Problemas de salud
Desafortunadamente, el hecho de ser una raza popular también trae consigo consecuencias relacionadas con excesos y mala crianza, haciendo que sea víctima de ciertos problemas congénitos y hereditarios en la que debería ser una raza fuerte, saludable, y longeva. Por fortuna, es posible realizar pruebas para detectar a tiempo ciertos problemas de índole hereditario. Algo que todo criador responsable debe hacer con su stock de crianza es testear por:
Enfermedades oculares, que en los shelties incluye la enfermedad progresiva de retina (PRA), enfermedad progresiva central de retina (CPRA), Anomalía ocular del Collie (CEA), y distrofia corneal (CD).
Enfermedad de von Willebrand (vWD) y otros problemas hereditarios de sangrado
Displasia de cadera
Enfermedad de tiroides, la que en los shelties ha sido relacionada con varios problemas médicos.
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